• 02/09/2016 02:03

Campaña ‘Corazón azul': mejor antídoto contra la trata de personas

Este mes de septiembre, conmemoramos el mes contra la Trata de Personas en Panamá: una de las mayores epidemias de nuestro siglo

Este mes de septiembre, conmemoramos el mes contra la Trata de Personas en Panamá: una de las mayores epidemias de nuestro siglo que padece la humanidad. Empecemos por el diagnóstico de esta enfermedad que carcome nuestras sociedades: la trata de personas, que se caracteriza por ‘la acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación '. Esta es la definición del Protocolo de la ONU para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, complementario a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.

Sigamos con un rápido repaso de los desafíos que representa esta enfermedad: las redes ilegales que se dedican a la trata de personas, están generando poderosos tentáculos de ‘captación de víctimas ' y esto está alimentando un volumen de anticuerpos valorado en $32 000 millones anuales, según estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Según cifras de la ONU, se estima que esta enfermedad se ha apoderado de las vidas de 21 millones de víctimas de trabajo forzado alrededor del mundo (11.4 millones son mujeres y niñas y 9.5 millones son hombres y niños). 4.5 millones de personas son víctimas de otra variante de esta enfermedad: la explotación sexual.

Pero ¿qué tipo de remedios preventivos podemos considerar contra esta enfermedad? El primero es la prevención. La mejor campaña de prevención hasta la fecha es la Campaña ‘Corazón azul ', que se lanzó por el presidente Juan Carlos Varela el 11 de noviembre de 2014 y se está convirtiendo poco a poco en un movimiento a escala mundial contra la esclavitud del Siglo XXI. El jarabe es poderoso y tiene un color azul: el azul de la ONU. El azul gélido del corazón de las redes criminales que se lucran destrozando a la víctima psicológica y físicamente. Víctimas como cualquier hijo o hija panameños. El azul de la desolación de estas víctimas silenciosas que necesitan de nuestra acción y nuestras voces para poder denunciar.

La Unodc reconoce que la primera vacuna contra la trata ya se suministró a los potenciales pacientes en Panamá cuando se aprobó la Ley 79 que tipifica el delito de Trata de Personas y establece la Comisión Nacional contra la Trata de Personas, presidida por uno de estos servidores que suscribe estas líneas como ministro de Seguridad Pública.

La República de Panamá ya ha iniciado la campaña de refuerzo de vacunas para afrontar esta epidemia: el Ministerio Público está trabajando en la implementación de las Cámaras Gesell para la entrevista y la no revictimización de las víctimas. Se espera que, con la entrada en vigor del Sistema Penal Acusatorio en el primer distrito judicial hoy, 2 de septiembre, se acortarán los procesos judiciales de 227.4 días a 84 días, incrementándose en un 92 % las sentencias en fase de investigación, ganando también en celeridad para el resarcimiento a las víctimas. Dichos esfuerzos se van a ver complementados con el establecimiento de albergues para la atención y asistencia a víctimas.

Consideremos por un momento de dónde vienen los brotes de esta epidemia: la mayoría de víctimas detectadas en Panamá y nuestra región ha sido traficada con propósitos de explotación sexual. Una gran proporción de las víctimas proviene de Centroamérica y el Caribe. Aunque, progresivamente, se observan víctimas de África Occidental y Oriente Próximo, el Subcontinente Indio y la región de los Balcanes y de Europa del Este. Por ello, necesitamos buenos médicos que apoyen a Panamá en el diagnóstico de la epidemia y en su prevención.

Turquía posee una notable experiencia porque es la principal ruta de paso para los migrantes que viajan a Europa. Las redes de migrantes y las de la trata de personas son muchas veces las mismas. Por ende, las víctimas de tráfico ilícito de migrantes se convierten cada vez más en víctimas de la trata. Turquía ha sido igualmente el país anfitrión de la primera Cumbre Mundial Humanitaria de la ONU los pasados días 23 y 24 de mayo de 2016, con el propósito de confrontar los retos de sistema humanitario y servir como plataforma de incentivación para la discusión internacional en estos temas. Dado que Panamá y Turquía representan dos puntos de destino y de tránsito entre continentes para las redes de la delincuencia organizada, este panorama ofrece una rica amalgama de nuevas opciones de cooperación en el ámbito de la seguridad y el intercambio de experiencias.

La Campaña Corazón azul sigue siendo el mejor antídoto para luchar contra esta pandemia. Pactemos con el Corazón azul.

*ALEXIS BETHANCOURT YAU ES MINISTRO DE SEGURIDAD PÚBLICA EN PANAMÁ, SANIVAR OLGUN ES EMBAJADORA DE TURQUÍA EN PANAMÁ Y AMADO PHILIP DE ANDRÉS ES EL REPRESENTANTE REGIONAL DE UNODC PARA CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE CON SEDE EN PANAMÁ.

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