Becas, subsidios y suicidios

La falta de autoridad hogareña y escolar sobre el estudiante, ha convertido escuelas en ‘cunas de lobos’, pues: ‘LA OCIOSIDAD ES LA MADRE DE TODOS LOS VICIOS’. El éxito educativo debe reflejarse en la convivencia social. Pero Panamá, país afortunado, como ‘La tierra prometida o Canaán’, está en manos filisteas, ver Números, capítulo 13, versículo 27. Realmente es una tierra donde la leche y la miel (léase riquezas) corren como el agua, solo faltó que el versículo 28 dijera ‘Pero los politiqueros que viven allí, son muy corruptos, las ciudades son grandes y amuralladas, pero los moradores de extramuros mueren hambrientos o asesinados por pandilleros’.

Si Panamá es riquísima, con baja tasa de desempleo y tantos subsidios (clientelismo), entonces solo es justificable el pandillerismo como producto de una educación domesticadora, destinada a mantenernos confundido y prestos a clamar amparo al infame Sr. feudal, quien jamás permitirá nuestra liberación a través de una educación excelente. Patentiza esto la administración MARTINELLI (El creador y salvador de Panamá). Abrió los carburadores al Motor de Cambios, gastando excesivo combustible (dinero) en educación y seguridad, pero jamás metió cambios y sí metió fue reversa, así quemó dinero a millones sin producir Luz (conocimiento y tranquilidad).

Al respecto fueron aberraciones: el negociado con FINMECCANICA, aumento general de $300.0 a educadores y la beca universal, y son aberraciones, porque las pandillas no se combaten por aire, no exigieron nada a educadores y estudiantes por ese regalo. Muchos educadores por omisión forjan pandilleros, estudiantes que no estudian tenderán a ser pandilleros. La exitosa administración de Lucy M. es fábula, siendo ella copia fiel de R.M.B., tuvo poder para falsear los hechos, pero la realidad estudiantil sigue y seguirá en penumbras, mientras no exijamos rendimiento al educador y al estudiante. La autoevaluación docente es falacia, pues implicaría evaluar al producto, pero más del 60 % de los graduados va fracasado de por vida y no podrá entrar a una universidad pública.

Admitir los subsidios para tapar las injusticias sociales es suicidio colectivo, pues estaremos disparando cohetes verticalmente, sabiendo que caerán sobre nosotros mismos, además algunos beneficiados no merecen esa ayuda.

1- Muchos mayores 65 años vivieron irresponsablemente, cantando como cigarras, algunos forjaron pandilleros al renunciar a sus hijos para no pagar pensión o se gastaron el dinero del hogar en vicio, hoy, al caerles el invierno, las estúpidas hormigas trabajadoras tenemos que cargarlos.

2- Pagamos beca universal a zánganos, que, al no querer estudiar (y nadie les exige), se forjan en pandilleros y se convertirán en estorbo para el estudiante esforzado, pues su indisciplina impide a educadores consagrado alimentar (dar conocimientos) adecuadamente a futuras hormigas obreras, que ya adultas serán víctimas y sustento de aquel que, al no querer estudiar, termina siendo carga social, sea como pandillero o menesteroso injustificado.

Esto patentiza que es mejor invertir en nuestros estudiantes disciplinados, sin importar cuánto nos cuesten, pues estaremos comprando seguridad a futuro, insisto; las becas universal debe ser por índice así: el que gane de 4.5 a 5, reciba $50.00; de 3.9 a 4.5; reciban $40.00; 3.1 a 3.9, reciba 30.00; menos de 3.1, $0.0, pues generalmente el educador pone 3.0 al fracasado por exigencia del MEDUCA, para decir ‘Hemos bajado el índice de fracasos y la deserción escolar’.

Creo en la educación sin fracaso, pero en vano construiremos súper escuelas, si no aceptamos estas verdades: hay educadores dañinos, hay estudiantes huérfanos con padres vivos y otros son zánganos naturales y que ante el fallo de los hogares y escuelas, como primera y segunda línea defensiva contra las pandillas, se hace necesario crear colegios de internados con disciplina militar (Sentencia Previa), donde se internará a todo estudiante indisciplinado, para que aprenda a vivir en sociedad, y que los padres deben ser responsable de la conducta del menor y pagar los daños sociales que el joven antisocial cause.

*ARQUITECTO Y PROFESOR.