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- 20/12/2008 01:00
Zapatazo: ¡atentado contra Bush!
“Que desgracia que aquel zapato no logro su cometido”, me dicen en franca conversación de café, algunos amigos. “Georgi Arbusto” lo vio llegar a millón y lo “chifió” de lo lindo ¡woe!, haciendo gala de un característico lenguaje corporal tipo payaso. Aunque más bien creemos que su gran reflejo es producto de su profunda experiencia en los campos de golf, en donde pasaba la mayor parte del tiempo de su gobierno o de un verano “hoola-hop” en Hawaii. Un segundo zapatazo asesino fue interceptado por los dedos de su colega el primer ministro Nury al Maliki, haciendo algo de entrenamiento de fuerzas especiales y lamentablemente no dio en el blanco.
Lo cierto es que de no haber fallado el supuesto “integrista islámico”, ¡un zapatazo pega durísimo!, escucharíamos: “tiene las piernas de trapo, esta mal, esta mal y se cayó”, en boca del ilustradísimo en estas lides Juan Carlos Tapia. Ni siquiera el atacante, un periodista de una nación invadida y tristemente masacrada a diario como lo es Iraq, imaginó el impacto de su espontáneo acto de rebeldía. Me dice un amigo “no soy amante de la violencia, pero es justo el disgusto porque aquel zapato no le haya partido la cara al (...)”. Imaginen el resto de la frase censurada que no se puede publicar, aunque no era el objeto del atacante partirle la crisma a Bush, sino simplemente tirarle el zapato.
Recordemos que en Iraq, al igual que en gran parte del mundo islámico, arrojar los zapatos es una de las mayores ofensas que persona alguna pueda cometer en contra de otra, casi al mismo nivel de llamarle “perro”, que es el colmo de los insultos, o la acción de algunos occidentales de escupir el rostro. A su retorno, asumimos que tendrá que aguantar las burlas de sus conciudadanos por la pérdida del poder republicano, traducido en este original ataque, que más bien señala la flagrante falta de respeto y apunta a un cambio de identidad, ya no de presidente de la nación más poderosa del mundo, sino al retiro, conducido al ostracismo político directo por el camino de la vergüenza, bajo el mote de “George Shoes”.
Es una lastima que otro que tanto habla de zapatos, para ser más exactos de “zapatos del pueblo”, no se dé cuenta de que a diferencia del desvergonzado anterior, no pasará de ser candidato. Pronto recibirá su chancletazo, cuando el pueblo le diga a viva voz “NO” el 3 de mayo de 2009 de la mano de Juan Carlos Varela.
-El autor es miembro de Fuerza Independiente.recursossinlimites@gmail.com