• 21/11/2015 01:00

Construyendo la percepción (I)

De acuerdo al nivel del debate que observamos, no estamos muy seguros de que el ministro de la cartera conocía realmente las implicaciones.

De acuerdo al nivel del debate que observamos, no estamos muy seguros de que el ministro de la cartera conocía realmente las implicaciones de lo que él señalaba, cuando le atribuía a la percepción un gran peso en el diagnóstico de la seguridad o (in)seguridad en el país. Aparentemente, el ministro deseaba resaltar la contraposición entre percepción y realidad como dos hechos distintos o incluso opuestos.

Resulta, sin embargo, que la llamada percepción es un hecho tan real y concreto como las frías cifras estadísticas de incidencia de delitos del SIEC, la vivencia de la criminalidad diaria en los barrios o el pesar que viven en carne propia las víctimas del sicariato.

Tanto los parámetros objetivos que permiten identificar objetivamente los hechos criminales, como las percepciones subjetivas, son construcciones sociales elaboradas por la misma sociedad y como tales, pueden ser definidas como hechos sociales reales, tanto en sus orígenes como en sus efectos.

Es decir, como hechos objetivos. Ambas instancias tienen consecuencias materiales y concretas y a veces hasta irreversibles. Un pueblo que percibe la inseguridad como un peligro inminente para su bienestar, que percibe la impunidad como un hecho aceptado o un antivalor difícil de erradicar, o que asume que el crimen organizado está mejor equipado que el Estado y sus estamentos de seguridad para hacerle frente a la violencia, es un pueblo que va a actuar en consecuencia y por lo tanto será proclive a usar la fuerza y la violencia, organizada o no, como respuesta para preservar su propia seguridad. De la percepción a la acción real solo hay un paso. La percepción y la realidad son, realmente, las dos caras de una misma moneda. Aparentemente esto no lo ha entendido el ministro de Seguridad con claridad, o se lo han explicado mal.

Llama la atención, sin embargo, que los medios sociales, la llamada opinión pública, los gremios, algunos sectores de la sociedad civil y las redes sociales, estas últimas influenciadas por aquellas o viceversa, parecieran utilizar los mismos criterios estrechos que utiliza el Ministerio de Seguridad para definir el alcance de la percepción. Es decir, separar la percepción de la realidad. En otras palabras, se han dado a la tarea de demonizar el concepto percepción , sin dar nada a cambio en términos de soluciones. Sigue mañana...

PROFESOR TITULAR DE SOCIOLOGÍA – UP.

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