• 29/08/2008 02:00

Revisión a ley de jubilados

A unos 21 años de haberse expedido la ley que otorgó algunas medidas en beneficio de los jubilados y pensionados, en 1987, la misma ha s...

A unos 21 años de haberse expedido la ley que otorgó algunas medidas en beneficio de los jubilados y pensionados, en 1987, la misma ha sido objeto de modificaciones en diferentes legislaturas. No dudamos los jubilados de la sana intención de favorecer a quienes ofrecieron su vida al servicio de las instituciones o de la colectividad.

A lo largo del desarrollo y aplicación de la ley original, preceptos generalizados en otros países, se ha pretendido sacarle algún filo “político” con premeditación, pero que en la realidad no conduce a las verdaderas satisfacciones y servicios que llenen las expectativas de los jubilados u otras personas entre los 57 y 62 años. Comienzo por señalar que no se cumple cabalmente con la colocación de anuncios visibles y en lugares prominentes que indiquen los beneficios y las preferencias que se merecen los ciudadanos contemplados en la ley en mención. Y algo más grave, es que los afectados presentan las quejas por el incumplimiento de la ley por los trámites burocráticos que al final, quedan en el papel.

Pero de todas estas incongruencias existentes entre la ley y la realidad, nos llamó poderosamente la atención lo concerniente al descuento en las farmacias. La Ley No. 6 de 16 de junio de 1987, estableció el descuento de 10% del valor de los medicamentos. Al introducirse la modificación con bombos y platillos del 20%, se pensó que esta medida legislativa iba a redundar positivamente. De la demagogia política se pasó a la gran decepción de los jubilados y afines, pues los medicamentos han sufrido alteraciones en sus precios que equivalen a cero beneficio de la tan cacareada reforma. ¿Qué queremos decir con estas afirmaciones? Que al incrementarse el costo de los medicamentos y, particularmente, de aquellos que están fuera de la lista de la Farmacia del Seguro Social, el llamado 20% de descuento del valor de los medicamentos que, se suponía, iba a aliviar un poco el malestar social de la salud, cayó en saco roto. Todo ese andamiaje que se montó, la realidad se ha encargado de derrumbarlo una vez más. Se requiere urgentemente, eso sí, revisar prolijamente la ley, con todas sus reformas, dentro del contexto central de los beneficios que se merecen los jubilados y todos los ciudadanos de la tercera y cuarta edad.

-El autor fue legislador de la República. chente-3406@hotmail.com

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