La gran oportunidad del PRD

El PRD tiene la gran oportunidad de devolver al país la credibilidad perdida durante los últimos años por los rejuegos de la política criolla. Hoy más que nunca la gente siente que los políticos no representan sus intereses y que solo están por su acomodo personal.

Los últimos 10 años han representado una especie de agonía donde el populismo y el clientelismo han hecho estragos en la vida nacional. Los resultados son evidentes. El desempleo aumenta, la deuda pública y privada en cifras alarmantes y retroceso en rubros tan importantes como salud, educación y disminución de la pobreza.

Con las primarias del pasado domingo 16 de septiembre, el PRD logra romper el record de asistencia a un evento de este tipo, donde más del 60 % de la membresía asiste a votar, a pesar de muchos factores que afectan a los partidos políticos.

En una elección envidiable para los demás partidos, Laurentino ‘Nito' Cortizo se alza con el triunfo, luego de recorrer el país y demostrar que con ideas y esperanza se puede ganar elecciones. Esta contienda reúne la particularidad de que 18 valiosos miembros del PRD participan, lo que le da una variedad de opciones al electorado. Eso es democracia.

La elección del candidato presidencial no representa una sorpresa, porque la imagen y estructura de trabajo de Nito convence al electorado interno de que su propuesta es la correcta para los tiempos actuales del partido. Eso significa que ahora hay que realizar el esfuerzo por sumar a todas las facciones que lo adversaron y mostrar al país un PRD unido, lo que no se ha logrado en los últimos torneos electorales.

Por otro lado, la elección de José Luis Fábrega, el autollamado ‘Tanque de gas', para la candidatura a la Alcaldía de Panamá se desarrolla en una lucha interna de dos expresiones con liderazgos consolidados, lo que también le permite al electorado de la capital la posibilidad de escoger entre dos estilos y formas de hacer política.

El triunfo de José Luis Fábrega refresca al partido y le da la opción a la gente de apoyar al candidato que casi derrota a Blandón la vez pasada, que merece una nueva oportunidad y que siguió realizando el esfuerzo de mantener el contacto con las bases del PRD sin importar si contaba con el apoyo de diputados y representantes. Eso es una muestra de motivación para los ciudadanos que quisieran participar en primarias a lo interno del PRD, pero no se atreven por la cantidad de recursos que hay que destinar.

El contacto directo con la gente todavía tiene valor y nos indica que no todo está perdido. La estrategia, la persistencia y objetivos claros siguen definiendo los caminos por recorrer. Fábrega sabe eso e impulsa una campaña de mucho contacto y poca bulla mediática, incluso sin televisión ni radio, solo con múltiples reuniones que muchas veces eran más de 10 en un solo día y en los lugares donde pocos políticos se atreven a llegar.

Ahora que asoman las campañas sucias de los otros partidos que nada tienen que ofrecer y su única opción es hacer ver a todos igual que a ellos, comienza la lucha por el país decente, que quiere propuestas y soluciones claras, oportunidades para la gente. Va a depender de las estrategias de los candidatos y de la voluntad de los partidos, lograr que los enfoques sean los correctos y que se logre conectar a la población con lo que es importante y no con los elementos distractores que estarán en la palestra.

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD tiene que demostrar que quiere ganar las elecciones. Tenemos los mejores candidatos y propuestas, los mejores equipos, y un camino bien definido que debe lograr que la ciudadanía recupere la esperanza y las ganas de trabajar con el Gobierno por un mejor país.

No dejemos de trabajar para lograr que todas las facciones apunten al mismo objetivo y evitemos que como otras veces, algunos decidan irse a apoyar a candidatos de otros partidos por intereses particulares, resentimientos fuera de lugar o inmadurez.

EL AUTOR ES ESCRITOR, SECRETARIO NACIONAL DE CULTURA DEL PRD.