• 10/12/2025 00:00

Reescribiendo a Ofelia Hooper, pionera de la sociología rural en Panamá

Diagonal al parque de Las Minas, en la provincia de Herrera, en una antigua casa de madera, pintada de morado, se lee un cartel que dice: “Casa Natal, Lic. Ofelia Ma. Hooper Polo, 1900-1981, Pionera del Cooperativismo en Panamá”. Adentro, un mural cuenta la historia de una familia fundada por un ingeniero irlandés que vino en busca de pepitas de oro. En la otra pared, se relata la trayectoria académica y profesional de una de sus hijas, Ofelia Hooper, maestra, socióloga, escritora, poeta, constitucionalista y luchadora por los derechos de la población rural panameña. Las fotocopias amarillentas de sus diplomas, certificados y honores describen una científica tenaz, ambiciosa y destacada.

Quien conoce a Hooper, la recuerda por haber introducido el cooperativismo a Panamá como modelo innovador para el mejoramiento de las condiciones de vida y de la economía agrícola. Sin embargo, sus aportes como científica social, tanto metodológicos como teóricos, han sido olvidados y borrados de la historia de la sociología y las ciencias sociales panameñas.

Hooper inicia su carrera profesional como maestra rural en Las Minas y Ocú, profesión que le permitió conocer el cotidiano de familias atravesadas por la pobreza, la hambruna y la enfermedad. Se encuentra con las dificultades que aun hoy tienen muchos docentes rurales: el de tener que educar infancias que a duras penas sobreviven en el día a día.

En esos años, Hooper expresa sus preocupaciones a través de sus poemas y cuentos, obras profundamente existenciales y curiosas por la vida, la muerte, la tierra y la “raza” latinoamericana. Se interroga sobre las condiciones de vida de la gente rural, el porqué de tantas dificultades y cómo actuar para “emprender sin demora su reinvidicación.” (1927)

Al abrir la Universidad de Panamá sus puertas por primera vez en 1935, Hooper ingresa a la Facultad de Humanidades en la que obtiene su licenciatura en Ciencias Sociales y Económicas (1941). En esos años, estudia bajo la tutela de Richard Behrendt y otros profesores europeos que llegan a Panamá escapando del fascismo y la guerra. Ellos le transmiten tanto la rigurosidad y cientificidad académica, como la pasión por ejercer una ciencia social pragmática y transformadora.

Entre 1935 y 1945, participa de la creación de centros de investigación, de publicaciones científicas, congresos nacionales e internacionales y solidifica su base como científica social. Viaja a los Estados Unidos, donde conoce comunidades agrícolas organizadas en cooperativas que permite el desarrollo técnico y económico del campesinado. Son estos los conocimientos que ella traerá consigo y divulgará durante las siguientes décadas en nuestro país.

En 1941, Hooper realiza el primer estudio sociológico y demográfico en el distrito de Penonomé. Por primera vez en la historia del país se recolectó tanta información de una población rural, desde estadísticas descriptivas de su población , la distribución de las tierras, la educación y salud pública, hasta las relaciones de vecindad y cooperación. Cuenta con datos cuantitativos y cualitativos que sacan a relucir el abanico de problemáticas sociales existentes. Hooper publica sus resultados bajo el título “Aspectos de la Vida Social Rural de Panamá” (1945). Este trabajo sería la base del primer Censo Agropecuario Nacional de 1950.

Años más tarde, Hooper publica, “Semblanza del hombre rural de Panamá” (1969), en el que expande su investigación al país entero pero empezando y terminando por Las Minas, pueblo que despertó un “gran interés sociológico”. Un niño enfermo, un padre desesperado, todo ciudadano y ciudadana panameña tiene una historia importante que relatar. Sus problemas no son aislados, forman parte de una sociedad que todavía no ha terminado de contabilizar y comprender cada uno de sus dolencias y traumas.

Hooper dedicó su vida al estudio de la población rural, siendo vocera y defensora de un grupo de panameños que, en su momento constituía a la mayoría de la población, no estaban representados en las investigaciones y censos estatales. La falta de representación implica que las políticas públicas no llegan a esos poblados, y las desigualdades se perpetúan y profundizan. Esa es la realidad que observamos hoy en día.

“Pioneras de la Ciencia en Panamá” (2022) reintrodujo a Hooper en la historia de la sociología nacional como la pionera que fue. Como joven socióloga, comparto muchos de sus cuestionamientos sobre la vida, el porqué de tantas desigualdades y cómo ejercer una sociología con resultados palpables. En esta investigación, se buscó expandir en su historia, su labor científica y responder a su llamado de nuevas jóvenes sociólogas “que estudien Panamá, en nuestro propio ambiente” (1969).

Este artículo se basa en el capítulo titulado “Detrás del borrado de Ofelia Hooper: socióloga comprometida e incansable defensora de la población rural panameña” del libro “Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas” (CIEPS y Clacso), del proyecto Pioneras de la Ciencia en Panamá, financiado por la Senacyt.

*La autora es asistente de investigación en CIEPS
Lo Nuevo