• 17/01/2015 01:00

¡Estamos en guerra, una que nadie quiere ni ver ni oír ni entender... !

¿Quiere ocultar el lugar que los vio nacer? ¿Sus hogares, en uno de los barrios de París? ¿Quiere hablar de un segundo lugar?

El desastre humano que acabamos de presenciar en París, ampliamente divulgado por redes sociales y por la masificación de la información, oculta una terrible evidencia (no estoy hablando de verdad, ¡por favor!). Es el hecho alarmante que nos lleva a ubicar a estas criaturas (terroristas, llevan ya la etiqueta... agravada, al arrinconarse, asumiendo la muerte tras rehenes en un supermercado Kosher cualquiera... en París...).

¿Quiere ocultar el lugar que los vio nacer? ¿Sus hogares, en uno de los barrios de París? ¿Quiere hablar de un segundo lugar? Aquel de su primera formación: las escuelas de barrio, igualitas todas, en Francia en Panamá o en la Cochinchina... Habla muy claramente de un tercer lugar (leku en eusquera). Éste los ubica en las cárceles, al menos a dos de ellos. Verdaderas trincheras de ‘formación’ y de ‘capacitación...’ para aprender a especializarse en la delincuencia , la cual puede ir acompañada o no de la criminalidad.

¿Cómo la escuela —en barrios marginales y pública– será el nido de incubación del paso de la violencia al delito y de éste a la criminalidad...? El pandillerismo de barrio, puerta abierta a la delincuencia, se está formando en las escuelas... Esto lo sabemos ya.

Emmanuel Jaffellin, el filósofo francés invitado a la Feria del Libro hace unos dos años, tuvo a bien compartir un correo que me encogió el alma y que tiene que ver con todo lo anterior... Se refería a Bernard Maris, doctor en economía. Quiso Bernard tener el título tan deseado por la élite intelectual francesa —la agregación..!!— Porque en cierto modo y en algunos medios intelectuales franceses, mostrar el título de Doctor, aún cuando sea ‘de Estado’ (Doctorat d’Etat), sencillamente huele a algo raro y hasta es motivo de disimulada burla...

Sin embargo, Bernard Maris, erudito, calificado intelectual, periodista, producto del sistema educativo republicano francés, tanto como sus matadores, franceses , igual que él... cayó este miércoles en el ataque a Charlie Hebdo, junto con otros cuatro colegas caricaturistas... ¡Eran periodistas, no carniceros ni delincuentes!

Hablando de Maris, nos dirá Jaffelin, ‘era la gentileza misma’, y no lo digo solamente yo, agrega: .... sólo que sus matadores olvidaron un proverbio que se enseñaba antes en las escuelas de la República francesa : ‘Feliz, como Dios en Francia...’ (Heureux comme Dieu en France..) ¿Cómo entonces se quedó la ‘nueva’ escuela republicana francesa sin memoria de esa Francia y de su Dios?, ¿de la ‘bondad’ de una cultura?

Las dos preguntas que encabezan este escrito me llevan a apuntar a una realidad que se ha vuelto global: el origen del pandillerismo de barrio en las escuelas... en Francia, en Estados Unidos, en Panamá...

Con estas criaturas ya muertas hoy vi la cara de alivio de algunos espectadores de Fox News, en el aeropuerto de Dulles, como diciendo : ‘¡al fin, los mataron...!’. A esos que aprenden a guerrear en las escuelas porque allí se unirán y se dividirán los pandilleritos de barrio para robar —sin corbatas ni sacos— seguirán por las puertas de las cárceles, llenas de ellos. El salto largo para caer en las redes de la criminalidad no demora tanto como ocho años de estudios universitarios.

La hora es grave... También se atreve a señalarlo otro filósofo, Bernard Henri-Lèvi en un artículo publicado en el Wall Street Journal... ¡Estamos en guerra!... Una que nadie quiere. Ni ver ni oír ni entender... Los caricaturistas de Charlie Hebdo estuvieron siempre en la primera línea de batalla con sus lápices de dibujo como única arma.... Dándole la cara a los francotiradores, e hipócritas de todas tendencias... de derechas, izquierdas, religiosos, laicos. BHL hablará de ‘momento de churchilismo’ el que vive Francia actualmente... Es decir, ser capaces, de mostrar la evidencia de una gran unidad. Por encima de ‘Francia para los franceses’ se levanta hoy... ‘Todos somos ......franceses’. ..

Por último, ¿una educación sin memoria histórica, filosófica o cultural ¿tendrá algún interés y sentido para los jóvenes del mundo de hoy, incubados en la pereza intelectual? ¿Hasta cuándo el asistencialismo cobarde e hipócrita, seguirá produciendo pobres de todas las edades, — educación, salud, cultura, techos para pobres— en su desvergüenza encubridora de la pereza de criticar, tergiversar, disentir, rastrear los hechos... dejarlos hablar para mostrar las evidencias... para clamar justicia y no dejarnos asfixiar frente a ‘verdades’ fabricadas en forma fraudulenta (Thomas Piketty) y eslóganes de guerra y de muerte?

FILÓSOFA

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