La familia en crisis

COLOMBIA. Tradicionalmente la familia ha sido la célula básica de la sociedad. Pero actualmente ese núcleo se encuentra en proceso de tr...

COLOMBIA. Tradicionalmente la familia ha sido la célula básica de la sociedad. Pero actualmente ese núcleo se encuentra en proceso de transformación y lo sorprendente es que, en el mundo, la colombiana es la que más cambios está sufriendo. Esto se puede concluir a raíz del Mapa Mundial de la Familia 2013, realizado en 47 países por el Child Trends Institute y la Universidad de Piura en Perú.

El reporte muestra que si se compara al país con el resto de América Latina, el matrimonio en Colombia, ya sea civil o religioso, ha perdido terreno frente a la unión marital de hecho. De los adultos entre 18 y 49 años apenas el 19% está casado y el 39% vive en relaciones consensuales, lo que representa el más alto porcentaje de todos los países estudiados.

El trabajo también expone que la fecundidad ha disminuido en todo el mundo pero significativamente en América Latina. Las tasas de natalidad están disminuyendo a nivel mundial. Las tasas de fecundidad más altas se encuentran en África Sub sahariana. En Nigeria una mujer da a luz a un promedio de 5.5 niños, una disminución de los aproximadamente siete hijos que solían tener en la década de los ochenta, pero todavía alta en comparación al resto del mundo. Existen tasas de fecundidad moderadas (2.3 – 3.1) en el Medio Oriente, mientras que en las Américas y Oceanía los niveles de fecundidad son lo suficientemente altos (aproximadamente 2.1) como para reemplazar la población nacional con la siguiente generación.

Para muchos estos datos son alarmantes y sugieren que la familia está en una crisis y en esta situación los únicos perjudicados son los niños. A Álvaro Sierra, profesor investigador del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, institución que participó en el trabajo de Child Trends, le preocupa la baja nupcialidad y la poca importancia que tiene hoy la figura del padre, pues para nadie es un secreto que la mayoría de los hogares monoparentales está en cabeza de las mujeres. ‘Muchas veces los niños crecen con los abuelos o con otros familiares que pueden abusar de ellos’, dice el experto.

También preocupa el efecto que esta nueva estructura puede tener en el desempeño académico de los niños. Según el estudio, los estudiantes con dos padres tienen mayor probabilidad de seguir en el colegio y de alcanzar mayores niveles de comprensión de lectura, si se compara con aquellos que solo viven con uno o con ninguno. Sin embargo, en América Latina, a diferencia de Estados Unidos y Europa, los niños no tienen tantas desventajas en retraso escolar, posiblemente debido ‘a la contribución en el proceso educativo de la familia extensa que aún se ve en estas regiones’, señala Cristian Conen, inves tigador del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana.

En este tipo de informes, que muestran transformaciones sociales, es interesante indagar por qué se presentan. El estudio no responde esas preguntas, pero en el caso de la baja nupcialidad, Nelly Rojas de González, psicóloga de parejas, afirma que el visible rechazo actual al matrimonio puede estar asociado a que las nuevas generaciones están desilusionadas de la institución debido a que vivieron en carne propia los divorcios de sus padres. También cree que los jóvenes de hoy son seres globalizados. ‘Un día están aquí y pasado mañana en Cafarnaum’ y esas opciones que brinda ese mundo moderno les impide generar compromisos prolongados. Ante ello, optan por el facilismo de las relaciones tipo ‘amigovios’. ‘Si algo va mal se van’, dice.

Para Sierra el matrimonio dejó de ser una opción para muchos desde que se estableció que las parejas en unión marital de hecho tenían los mismos privilegios legales de las casadas. En su opinión esto es grave porque en este tipo de convivencia ‘el hombre no asume responsabilidades y abandona a la mujer y a sus hijos en cualquier momento’.

A la vista de algunos, la tendencia a tener más hogares monoparentales significa contar con pilares más débiles para sostener la sociedad. Sin embargo, otros creen que este mapa es parte de las transformaciones normales que se viven hoy y que reflejan nuevas maneras de asumir la vida. Para Nelly Rojas los estudios muestran una fotografía de las circunstancias de la época actual. ‘Son realidades que no se pueden negar’, dice. Pero en lo que algunos de los expertos coinciden es en que la sociedad colombiana necesita una campaña para que dentro de estos grupos familiares primen valores como el amor, la comprensión y la bondad y ‘se oriente a la población sobre la importancia de la presencia de ambos padres en la crianza de los niños’, dice Sierra.

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