• 15/07/2017 02:03

¡Significado y alcance de la lealtad!

Como concepto filosófico, ‘la lealtad es un componente esencial en todo sistema humano y civilizado de moral'.

La lealtad pudiéramos definirla en término general, como una devoción de un sujeto o ciudadano con un Estado, un gobernante, una comunidad, una persona, causa a sí mismo. Y es que lealtad posee numerosos aspectos y aristas. John Kleining, profesor de filosofía en la Universidad de New York, sostiene que con el transcurso de las épocas la idea ha sido motivo de análisis por escritores creativos desde Esquilo a John Galsworthy y Josep Conrad, y tema de estudio de psicólogos, sociólogos, estudiosos de la religión, políticos, economistas —y en especial— teóricos de la política que se ocupan de aspectos como los juramentos de lealtad y patriotismo. Como concepto filosófico, ‘la lealtad es un componente esencial en todo sistema humano y civilizado de moral'.

El significado de la palabra lealtad es rico en acepciones. Significa franqueza, fidelidad, nobleza y rectitud. Se es leal si se es fiel. Pero, además, es necesario ser franco y sincero. Comportarse y servir con lealtad significa también hacerlo con sinceridad y honradez. No puede ser leal quien engaña y dice verdades a medias, o afirma alegremente lo que otros desean oír; tampoco lo es quien esconde situaciones y hechos, independientemente de los motivos que tenga. La palabra lealtad es muy usada, pero son pocas las personas que conocen y practican su verdadero significado. La gran mayoría ignora, a sabiendas, sus implicaciones y eso lleva muchas veces a fomentar desavenencias, enemistades, intrigas, confabulaciones y desaciertos.

El momento actual que vivimos en Panamá, en el cual la actividad política es el tema favorito en toda reunión, es propicio para analizar el significado y alcance de la palabra lealtad. Porque es en la política, donde es más visible el despropósito de la ‘deslealtad'. La historia está marcada por gestos y actos de deslealtades, bien conocidos por el vulgo. Desde Caín y Abel, pasando por Sócrates y los sofistas, siguiendo con Cristo y Judas, los zares y Rasputín, y si nos adentramos en la historia política panameña también nos será fácil reconocer y encontrar muchos actos de ‘deslealtades'.

Nuestro esfuerzo continuado por muchos años en la práctica de la docencia cívica ciudadana ha estado dirigido a procurar que la palabra ‘política' en Panamá, recupere su noble significado, y que la tarea política recupera la dignidad que le asignó Aristóteles en su inmortal obra. Sería de desear que todos aquellos que dedican gran parte de su vida a la actividad política, que no politiquera –dirigentes, dirigidos y electores— leyeran y analizaran a profundidad ‘La Política' del citado filósofo griego. Un verdadero político tiene que ser necesariamente leal. La lealtad es una obligación que se ha de asumir, un compromiso de defender aquello en que creemos. Cuando somos leales logramos llevar cualquier relación a su etapa más profunda.

No obstante lo expuesto, la lealtad, como uno de los pilares de la amistad, es un valor difícil de encontrar. Es común toparnos con personas que se acercan por interés, en busca de algún beneficio, pero que cuando dejamos de serles útiles se alejan y desaparecen.

La lealtad, sin embargo, no significa seguir a alguien a ciegas; tampoco significa decir sí a todo lo con el fin de quedar bien. Todo lo contrario, la lealtad es la capacidad de expresar lo que pensamos, aunque ello vaya contra el juicio de nuestros superiores.

PEDAGOGO, ESCRITOR, DIPLOMÁTICO.

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