• 25/02/2018 01:03

PRD: la unidad es necesaria

Un PRD unido y fortalecido, que así lo conciba la colectividad interna, pero también la base ampliada de los más diversos sectores sociales

Un PRD unido y fortalecido, que así lo conciba la colectividad interna, pero también la base ampliada de los más diversos sectores sociales, es el camino del triunfo electoral. No solo, digamos, para alcanzar el éxito en los resultados, sino también en la oportunidad de darle al país una nueva cara en cuanto los beneficios que debe recibir la población (realidades y no promesas incumplidas), así como en la definición de una renovada estructura de la vida estatal (con la reforma constitucional) que se deshaga de la corrupción, facilitando una sociedad amparada en la transparencia y en una economía más equitativa y más humana.

Nada de ello es tarea fácil, no obstante que sí es posible. Como mínimo hacernos de la esperanza de que esa meta es alcanzable. Sobre todo porque la experiencia por la que ha transitado el PRD de los últimos tres periodos, dice de lo fatal que es el divisionismo, y de esto deben ser conscientes quienes posen la fuerza para dividir. Así mismo, porque es clamor, no solo de las bases del colectivo, sino del panameño común que comenta por doquier que si en el partido se vuelve a las zancadillas y a las diferencias dañinas, entonces no somos los llamados para dirigir al país. Que no nos vistamos, porque no vamos.

Sin embargo y como buena noticia, en lo que va del recorrido dice de aspirantes de buena solvencia moral, de una dirigencia empeñada en hacer las cosas bien, de un statu quo nacional que urge de otro tipo de liderazgo, de un deterioro del modelo de dirección que no soporta más tiempo. Todo esto sitúa un panorama que debe implicar el compromiso partidario de hacer las cosas para convencer al votante de que el PRD debe volver a dirigir al país.

Al señalar que ‘sí es posible alcanzar la meta', no pretendemos desconocer lo difícil y complicada que es la actual coyuntura. De la justificada incredibilidad, cada ves más creciente, de la población en sus políticos y sus partidos. Y en esto la indiferencia, igualmente creciente, de un sector, como es las juventud, que en toda la región tienen un poder decisorio en los resultados electorales.

Todo esto implica otro tipo de esfuerzo, que sumado al nuevo rol de las comunicaciones (como son las redes), dicen de un contexto que trae a la vida política novedades que dictan pautas de hacer las cosas de manera distintas a los esquemas tradicionales, sin que esto lleve a la idea de que todo lo viejo no sirve.

Precisamente, en tales retos crece el valor de la unidad (está no pasa de moda), de la transparencia, tan imperiosa hoy día, del compañerismo, que fortalezca la propuesta; y de hacer las cosas pensando primero en el país y en su gente. Esto nos llevará a pensar y actuar en el rescate de un país, que en los últimos años se le ha sumergido en el abismo, y potenciar más bien sus virtudes, que son muchas.

Este es el Panamá que merecen los panameños y panameñas y es el compromiso que tendría el PRD con ese Panamá.

DIPUTADO DEL PARLACEN.

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