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- 14/09/2023 00:00
La apremiante encrucijada laboral panameña
Recientemente, se anunció una reducción del desempleo a 8.9 %, pero, al igual que el año pasado, la reciente Feria de Empleo de Konzerta, en alianza con Mitradel y la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (Cciap), visibilizó la severa crisis laboral que enfrenta el país.
La economía perdió capacidad para generar empleos dignos, pues los sectores que aportan la mayoría de los empleos dejaron de ser rentables para la inversión privada y, en consecuencia, generan principalmente empleo informal, causa fundamental de la debacle financiera del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
La diferencia entre el empleador y el empleado es quién asume el riesgo. Sin un empresario que ve una oportunidad de negocio, el empleo asalariado no existe. Hoy, generamos 10 mil nuevos informales por mes (versus un poco más de 3 mil en el 2019).
Paralelamente, perdimos atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED). Hace 10 años, Panamá acaparaba la atención del mundo financiero. Una década y una pandemia después, las cosas cambiaron. Según el reciente informe KPMG 2023 M&A in Latam Survey, México, Brasil y Costa Rica lideran el atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED), y Panamá ocupa el noveno lugar, superado también por Colombia, Perú, Uruguay y Argentina.
De cada 100 nuevos empleos que hoy genera la economía, 60 son informales, 10 son funcionarios, y de los otros 30, 23 son temporales (Contrato Definido o Por Obra Terminada).
Es decir, de cada 100 personas que hoy comienzan a generar ingresos, sólo 7 pueden decir que tienen un “empleo estable” (si un Contrato Indefinido puede calificarse como tal).
La planilla estatal y los subsidios son refugio de quienes no encuentran trabajo en una economía que no está generando empleos de calidad, porque se perdió la confianza de que invertir en Panamá es buen negocio. Vamos rumbo a convertirnos en una “economía de informales y funcionarios, financiada con deuda externa”. Esto no es sostenible.
Entre agosto 2012 y abril 2022 se perdieron 59 mil empleos asalariados de la empresa privada, al tiempo que se agregaron 62 mil funcionarios y casi 250 mil informales. Es decir, cada trabajador formal de la empresa privada que perdió su empleo durante esa década fue reemplazado en la economía por un funcionario y cuatro informales.
En ese período, los seis sectores que hoy aportan las dos terceras partes de la fuerza laboral privada, como bloque, sólo generaron empleo informal. Estos sectores son comercio, construcción, logística, industria, hoteles / restaurantes y otras actividades de servicio, los cuales representan cuatro de cada cinco nuevos empleos creados en el 2022 y 9 mil de los 10 mil nuevos informales que se incorporaron a la economía mensualmente.
Mitradel pasó de tramitar 445 mil nuevos contratos laborales en el 2017 a 240 mil en el 2022. Es decir, 205 mil contratos menos en cinco años, al tiempo que pasamos de generar unos 1900 informales por mes (2017) a más de 10 mil en el 2022. La informalidad creció de 40.8 % a 48.2 %.
Se generó empleo formal donde hubo inversión: minería, energía y educación, pero 90 % de la contracción laboral ocurrió en construcción (50 %), turismo (19 %), comercio (14 %) e información y comunicaciones (7 %), reducciones directamente relacionadas a menores niveles de inversión privada.
La Población Económicamente Activa creció en 147 mil personas. Se redujo la oferta (-205 mil plazas laborales) y aumentó la demanda (+147 mil), creando un déficit de 352 mil personas que quieren trabajar y no encuentran empleo digno.
En 2017-2022, el número de “Ninis” de 15 a 29 años aumentó 56 %, y, a pesar de que entre octubre 2021 y abril 2022, 40 % de los nuevos empleos beneficiaron a jóvenes menores de 30 años, los panameños en esa franja de edad sólo obtuvieron 1 de cada 50 nuevos empleos generados por la economía.
Hoy, ellos son 24 % de los trabajadores y 54 % de los desempleados del país. De cada 100, 44 trabajan, 29 estudian y 27 son Ninis.
El Contrato con Minera Panamá y la Lista Gris del GAFI marcarán el futuro de la IED en Panamá. Urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es seguro y rentable. Sin inversión privada, seguiremos produciendo informales, dependiendo de préstamos para financiar planillas y subsidios, con los jóvenes siempre llevando la peor parte.