Desde principios de este siglo se había logrado establecer una barrera biológica en la selva de Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, contra...
- 05/08/2025 00:00
Falencias y contradicciones en los planes de la Facos

En la actualidad de un mundo globalizado la información se difunde a gran velocidad gracias al internet, las redes sociales y los medios digitales. Resulta paradójico que en la primera casa de estudios, la Universidad de Panamá, que es la principal institución académica del país, y la Facultad de Comunicación Social (Facos), de la cual han surgido grandes comunicadores, no se incluya una de las materias fundamentales para entender el contexto de la información y el comportamiento de la sociedad: la sociología.
Por otra parte, la decisión del decano de la Facos, Edgardo Murgas, de excluir la materia de sociología de los nuevos planes de estudio se convierte en una gran contradicción. La asignatura fue retirada hace años de los diferentes planes de estudios, ahora fue sepultada definitivamente al no ser incluida en la actualización curricular, dejando de lado lo fundamental y necesaria que es esta asignatura para comprender cómo se estructura la sociedad, cómo operan los procesos colectivos y cómo se construyen las identidades culturales y sociales. ¿Cómo formar comunicadores sociales sin una base que les permita interpretar la realidad que deben informar?
Además, durante la pasada campaña electoral, Murgas prometió actualizar y mejorar los planes de estudios, pero al parecer confunde la palabra modernizar con vaciar, ya que está dejando a las diferentes carreras con un profundo vacío de contenido teórico. La comunicación social como ciencia, nace del campo humanístico, y se enriquece con disciplinas como la sociología. Sin ella, se corre el riesgo de formar profesionales técnicos, pero carentes de una visión crítica y contextual, ya que la técnica sin contexto es insuficiente.
Cabe destacar, que la sociología no es solo una materia más: es una herramienta esencial. Permite entender las desigualdades, los movimientos sociales, la opinión pública y las transformaciones culturales, lo cual permite que los periodistas y demás profesionales de la comunicación comprender a la sociedad, y de esa manera no convertirse en comunicadores superficiales. Este debate entre academia y práctica no es nuevo, pero ignorar la interrelación entre ambas es un error.
Es decir, la sociología no solo ayuda a interpretar la realidad, sino también a cuestionarla y comunicarla de manera responsable. Formar comunicadores sin base sociológica es como construir un edificio sin cimientos: al primer desafío real, se derrumba. La educación superior debe formar comunicadores pensantes, profesionales y éticos, que entiendan, conozcan la sociedad a la cual pertenecen y deben servir.
Como dijo C. Wright Mills, “la imaginación sociológica conecta la biografía individual con la historia colectiva. Sin sociología, la comunicación pierde profundidad y sentido social. Y eso sería un paso atrás para la profesión y para la sociedad”.