• 24/12/2011 01:00

¿Dónde está Sarah York?

En octubre de 1988, una niña de diez años, llamada SarahYork, visitó Panamá, invitada por el ex hombre fuerte de Panamá, Manuel A. Norie...

En octubre de 1988, una niña de diez años, llamada SarahYork, visitó Panamá, invitada por el ex hombre fuerte de Panamá, Manuel A. Noriega, su cúpula militar y las rémoras perredianas de la época. Militares y los civiles adeptos a la dictadura hicieron todo un espectáculo de propaganda con la visita, que se repitió un año después.

Durante la primera aparición de la niña York, tenía yo 20 años y miraba por la televisión (que estaba censurada) el ‘circo barato’ montado por el Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP) y el PRD.

En 1989, la infante estadounidense fue tildada de ‘traidora’ por la prensa norteamericana por apoyar a Noriega, enemigo número uno de Washington. Conocida como la ‘pen pal’ girl (la chica de puño y letra), ya que le escribió una carta al exdictador, este le respondió y finalmente la invitó a Panamá. El resto es historia.

Sin embargo, a pesar que Sarah York, era una niña de diez años, desapareció de la opinión pública norteamericana y reapareció en el 2003, cuando fue entrevistada por el programa radial This American Life.

¿Qué lección puede dar una niña de diez años a los ‘compinches’ de Noriega? No hay duda que la niña estadounidense fue usada, sin saberlo ella, por los militares de turno y sus esbirros perredianos. No obstante, prefirió regresar a su pueblo pequeño llamado Negunee en Michigan y seguir su vida normal.

Mientras que en Panamá, figuras ‘norieguistas’ como Francisco Sánchez Cárdenas, Balbina Herrera, Benjamín Colamarco, Severino Mejía y otros, hablan todavía en los medios de comunicación social como los grandes defensores de la democracia, la anticorrupción, los derechos humanos, la utilización de fondos del Estado en las elecciones de El Bebedero, en Los Santos, además de otras hierbas sin olor y sin sabor.

Ahora los que apoyaron el exilio, el cierre de medios de comunicación, el fraude electoral, la censura, la compra de votos y anulación de elecciones, son los ‘maestros’ de la democracia. Hablan de todo en la radio, en los periódicos, la televisión y en cualquier esquina.

Luego de 22 años y con la llegada de Noriega a Panamá, sólo he visto que el coronel retirado Leonidas Macías fue el único que pidió perdón al pueblo panameño por todos los atropellos y el abuso que cometieron los militares junto con sus siameses civiles.

A diferencia de Sarah York, muchas figuras perredianas tienen una deuda pendiente con el país y todavía no la han saldado. Por favor, aprendan de esa niña, que se casó y se fue a vivir a una zona rural del Estado de Michigan. Desconozco qué sucederá o qué hablará si la prensa norteamericana ubica a Sarah York, quien reside en una granja de una zona rural en Michigan.

Ella sólo era una niña (no tenía ni idea de lo que hacía) y pagó el precio de ser tachada como traidora, fue ridiculizada y un grupo de rock llamado Mister Heavenly le compuso la canción ‘Pinnapple girl’ (la chica piña) para burlarse de ella, y me atrevo a decir que la trataron como Lady ‘Haw Haw’ de Estados Unidos.

Mientras que los gorilas y sus huestes perredianas sí sabían perfectamente los pasos que daban.

Parece que una niña de diez años, que ahora puede tener unos 34 años, enseñó una lección que es mejor ‘pintarse’ en estos casos, pero las figuras ‘norieguistas’ hacen todo lo contrario y ahora son los maestros de la democracia. Realmente es un chiste. Es como si el emperador Nerón ingresara al cuerpo de bomberos de Roma.

PERIODISTA Y EXDIPLOMÁTICO

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