Libros esenciales en tiempos de coronavirus

Actualizado
  • 10/03/2020 06:00
Creado
  • 10/03/2020 06:00
Las enfermedades han existido desde tiempos antiguos en la historia de la humanidad, llevando temor con ellas, pero también innovación científica. Repasamos algunas obras literarias que dejaron huella en la cultura mundial

En un momento de la historia en que los virus y enfermedades se han convertido en el tema cotidiano y las consecuencias que se asoman –al no contar con las medidas urgentes– parecen acercarse cada vez más, es pertinente recordar las obras que se inspiraron en las epidemias mundiales del pasado, creadas para registrar en tinta permanente las vidas salvadas por la voluntad humana y las decisiones de alta emergencia que llevaron a la humanidad a evolucionar con cada nuevo azote de salud.

La gran peste

Conocida como la Peste Negra, la pandemia arrasó con Asia y Europa en 1347 y resultó en la muerte de millones de personas a lo largo de 400 años, para al fin desvanecerse de Europa en el siglo XIX.

Distinguida como una de las “mejores piezas literarias de Inglaterra” por la editorial Impedimenta, el Diario de la gran peste, escrito por Daniel Defoe, es la novela que adentra al lector de manera precisa –y con documentación verídica– al caótico Reino Unido durante el ataque de la peste. Pese a que el libro fue publicado en 1722 y Defoe tenía cinco años en 1665 cuando el brote de la enfermedad aparecía en suelo francés nuevamente, a través de las memorias de su tío Henry Defoe, y con mucha investigación, el autor de Robinson Crusoe llevó un relato cronológicamente cuidado y visto desde las vertientes históricas, médicas, sociales y humanitarias.

'El Mapa Fantasma', una obra histórica sobre el cólera.

Sin condenar la escasez de medicamentos o el pánico social de aquella época, Defoe da paso a una mirada íntima en las vidas de aquellos ingleses en el Londres de 1664 que huían aterrorizados al campo para intentar salvarse, o abandonaban a sus hijos infectados o vivían en casas tapiadas con los enfermos dentro, convirtiendo esta obra en una lectura atractiva para los ávidos de la literatura histórica.

El cólera

La ubicación temporal del cólera en la historia de la humanidad es tan antigua que se encuentran antecedentes escritos en China, India y la Grecia clásica, como reseña el portal médico Scielo; pero en el libro El mapa fantasma: la historia de la epidemia más aterradora de Londres, y cómo cambió la ciencia, las ciudades y el mundo moderno, Johnson la sitúa en el Londres del siglo XIX, específicamente en el área Broad Street, un pozo (gratuito y considerado seguro para tomar agua potable) por debajo de Golden Square, uno de los barrios más pobres y superpoblados de Londres. En agosto de 1854 los pobladores de Golden Square comenzaron a enfermarse y a morir de manera acelerada; es ahí donde empieza la historia a la que se adentra Johnson.

“El relato de Johnson de la epidemia de 1854, junto con la meditación sobre las ciudades que extrapola de ella, no necesita llamar la atención sobre su propia inteligencia. El Mapa Fantasma es elegantemente suficiente, sin eso, para que los lectores piensen por su cuenta”, reseñó David Quammen en The New York Times.

Kootz ha sido llamado el 'previsor' del coronavirus.
El coronavirus

Pese a haber sido detectado en febrero del presente año, el Covid-19 ha sido la epidemia moderna más atemorizante para los pobladores del mundo. Sus inicios son desconocidos a ciencia cierta y se envuelven en rumores diversos, pero en 1981, el autor Dean R. Koontz lanzaba al público una novela de terror, basada en un virus tan potente que “podía matar a una persona en menos de 24 horas”. En Los Ojos de la Oscuridad, historia situada en la ciudad de Wuhan, China (justamente donde se originó el coronavirus), el Gobierno chino prepara una “arma biológicamente letal creada en distintos laboratorios militares”.

Llamado Wuhan-400 en la novela de Koontz, el virus había sido diseñado con 400 microorganismos diferentes, capaz de vivir únicamente en humanos y en temperaturas no menores de 30 grados y con un tiempo de contagio de menos de 4 minutos luego de tener contacto humano. A diferencia de la estadística de mortalidad actual, que ronda los 2%-3%, en el imaginario de Koontz nadie sobrevive al virus. “El virus migra al tejido cerebral y allí comienza a segregar una toxina que destruye la parte del cerebro que controla todas las funciones automáticas del cuerpo hasta que la víctima deja de tener pulso o cualquier necesidad de respirar”, destaca el libro.

Una lectura que se ha vuelto popular en las últimas semanas y aún más en redes sociales, donde los fragmentos premonitorios se han vuelto virales en miles de cuentas ya que mencionan el año 2020 como el momento en el tiempo en el que el virus fue esparcido. Definitivamente, un ejemplar que no puede faltar en su biblioteca.

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